LA LEISHMANIOSIS CANINA, UNA ENFERMEDAD CRÓNICA Y MORTAL

LA LEISHMANIOSIS CANINA, una enfermedad crónica y mortal
 

La leishmaniosis canina está causada por un protozoo del género Leishmania, un parásito microscópico que se transmite a los perros, de manera exclusiva, a través de la picadura de un pequeño insecto (el flebotomo), siendo imposible la transmisión directa de la misma.

 

¿Está en peligro mi perro?

Este flebotomo puede encontrarse en muchos hábitats del sur de Europa. En las regiones que bordean la cuenca mediterránea (España, Italia, Grecia, Portugal, sur de Francia,…), existe un riesgo especialmente elevado para los perros. En concreto España, es un país muy afectado, la leishmaniosis está presente en la mayor parte del territorio, siendo la Comunidad de Madrid un territorio endémico de esta enfermedad.

Como poblaciones de mayor riesgo, encontramos a aquellos animales cuyo tiempo de exposición al vector es más elevado (perros de guarda, hábitats periurbanos,…), ya que permanecen la mayor parte del tiempo en el exterior de sus viviendas; no obstante, el flebotomo es una especie muy abundante en el entorno peridoméstico, pudiendo entrar en el hogar, picar y regresar a sus refugios naturales.

 

¿Cúal es la época de riesgo?

El clima influye de forma decisiva sobre la actividad del flebotomo, siendo su período de actividad muy variable, pudiendo extenderse, en condiciones climáticas muy favorables, desde finales de marzo hasta mediados de diciembre.

 

¿Cómo podría sospechar que mi perro padece la enfermedad?

Puede que, si tu perro está infectado con el parásito, los síntomas no aparezcan inmediatamente, ya que el período de incubación de la misma varía desde 6 meses hasta varios años.

Los signos de la enfermedad más frecuentes incluyen fiebre, caída del pelo (sobre todo alrededor de los ojos), pérdida de peso, úlceras en la piel y crecimiento anormal de las uñas. Los órganos internos también se ven afectados, pudiendo derivar en anemia, artritis e insuficiencia renal grave.

Esta enfermedad puede provocar la muerte del animal, y los tratamientos ayudan a controlar los síntomas, pero no la curan. De ahí que, para mejorar el pronóstico de la leishmaniosis, se detecte cuanto antes, para poder instaurar un tratamiento temprano en nuestra mascota. Muchos perros tratados y “controlados” adquieren una óptima calidad de vida durante varios años.

 

¿Qué puedo hacer por mi perro?

Para asegurar un buen estado sanitario de nuestras mascotas, es fundamental una actuación global, tanto a nivel de prevención como de control de esta enfermedad. Es por ello que vamos a comentar a continuación algunas recomendaciones básicas al respecto:

-          Realizar un diagnóstico precoz, mejorando el pronóstico de esta enfermedad, sobre todo en zonas endémicas, a través de un control serológico una vez al año, para poder instaurar, lo antes posible, medidas terapeúticas.

-          Evitar los contactos con el vector: utilizando insecticidas repelentes, tanto en el medio como en los animales (en forma de collares, pipetas spot-on, sprays,…), durante todo el período de riesgo, y evitando, siempre que sea posible, que los perros duerman en el exterior.

-          Y, por último, ayudar a tu mascota a “estar protegido desde dentro”, a través de la aplicación de la vacuna contra la leishmania. Con ella, nuestros perros crearán defensas naturales frente a este parásito, reduciendo drásticamente el riesgo de desarrollar la enfermedad.

 

¿Qué es importante que sepa acerca de la leishmaniosis?

Esta enfermedad adquiere gran importancia, no sólo para los propietarios de perros, debido a su carácter crónico y mortal, sino también para la población en general, ya que se trata de una zoonosis (es una enfermedad que se transmite a los humanos, cuyo principal reservorio, pero no exclusivo, es el perro).

A este nivel nos gustaría remarcar, para poder evitar una posible alarma social al respecto, que aunque cabe la posibilidad de la transmisión del perro al hombre de la leishmaniosis (SIEMPRE a través del flebotomo), es una enfermedad con una incidencia muy elevada en países subdesarrollados entre la población, cuyas condiciones higiosanitarias son insuficientes; sin embargo, en países desarrollados, la población de riesgo se delimitaría, de forma casi exclusiva, a personas inmunocomprometidas (ancianos y bebes enfermos, personas que hayan sufrido algún tipo de trasplantes, adultos con enfermedades graves,…).

Por todo ello, queremos hacer hincapié en la educación sanitaria de los propietarios de perros, en relación con esta enfermedad, para que adquieran la conciencia necesaria sobre la leishmaniosis, y actúen de manera activa frente a ella, tanto a través del diagnóstico precoz de la misma, como por medio de su prevención, con insecticidas repelentes eficaces contra el flebotomo así como con la vacunación del propio animal, reduciendo de manera drástica, el riesgo de contagio a otros perros.

 

En cualquier caso, quedamos a vuestra entera disposición, para poder obtener más información y/o aclarar cualquier duda al respecto.

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